¿Sabías que la ansiedad puede desencadenarse por ciertos alimentos que consumimos?
Tiene sentido, todo lo que ingerimos tiene una consecuencia en nuestro organismo y ciertos alimentos y bebidas afectan nuestros niveles de ansiedad. Aquí te menciono a los principales.
ALCOHOL
El alcohol modifica los niveles de serotonina y los neurotransmisores en el cerebro, lo que empeora la ansiedad. Cuando el efecto del alcohol desaparece, es probable que te sientas aún más ansioso.
Aunque se dice que calma los nervios, el alcohol puede tener un impacto negativo en la hidratación y el sueño, los cuales pueden desencadenar síntomas de ansiedad cuando se suprimen. De ahí viene la clásica depre de la resaca, ratón o hangover.
CAFEINA
Los niveles altos de cafeína no solo pueden aumentar la ansiedad y el nerviosismo, sino que también disminuyen la producción de la serotonina química que hace que se sienta bien en el cuerpo, lo que provoca un estado de ánimo depresivo.
Normalmente, la cafeína es segura en dosis bajas. Pero las dosis altas pueden causar efectos desagradables, como ansiedad y nerviosismo.
ALIMENTOS MADURADOS Y FERMENTADOS
Un plato de carne añejada y queso gorgonzola con una copa de vino tinto suena increíblemente relajante, verdad?. Según la ciencia, no tanto.
Los alimentos como la carne de res, la leche y las uvas se vuelven gourmet cuando se curan, fermentan y cultivan. Pero durante el proceso, las bacterias descomponen las proteínas de los alimentos en amino biogénicas, una de las cuales es la histamina. La histamina es un neurotransmisor que agrava la digestión, las hormonas y los sistemas cardiovascular y nervioso. En personas susceptibles, puede desencadenar ansiedad e insomnio.
AZUCARES AÑADIDOS
No hay forma de evitar el azúcar el 100 por ciento del tiempo, ya que se encuentra naturalmente en muchos de los alimentos que nos encantan, como la fruta.
Pero el azúcar añadido contribuye a la ansiedad generalizada. Los azúcares agregados hacen que el azúcar en la sangre suba y baje en una montaña rusa de picos y caídas y, con ello, su energía también sube y baja. Cuando nos da la baja de azúcar, nuestro estado de ánimo cambia y los niveles de ansiedad pueden aumentar.
El cuerpo libera insulina para ayudar a absorber el exceso de glucosa y estabilizar los niveles de azúcar en sangre, pero una subida de azúcar hace que el cuerpo trabaje demasiado para volver a la normalidad, lo que provoca desniveles.
El consumo de grandes cantidades de azúcar procesada puede desencadenar sentimientos de angustia, irritabilidad y tristeza.
No todos los alimentos entran en la categoría de azúcar añadida. Los condimentos como la salsa de tomate kétchup, ciertos aderezos para ensaladas, pastas y pan blanco pueden contener altos niveles de azúcar agregada.
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